viernes, 17 de abril de 2015

Dormir...¿dormir? con trillizos en casa

Aquí tenéis a Leo antes de acostarse. ¡La lectura le relaja!

No es que yo sea muy dormilona, la verdad, pero si algo se echa de menos cuando eres mamá reciente es poder dormir una noche seguida y poder abrir los ojos un domingo pasadas las 10 de la mañana. Y si eso les pasa a los que tienen un solo bebé, ¡¡¡imaginaros con tres!!!

Aunque Leo, Gemma y Lídia son bastante buenos para dormir, no dejan de ser tres. Y por eso es rara la noche en la que, al menos uno de ellos, no se despierta porque ha perdido el chupete, ha tenido un mal sueño o sencillamente le apetecen unos mimitos de papá o mamá.
Malas noches porque han estado malitos gracias a Dios hemos tenido pocas, la verdad. A veces los mocos  o la tos si están resfriados, pero poco más. También es verdad que, ahora que ya tienen dos años, tienen un sueño mucho más estable y seguido

Gemma también dedica unos minutos a la lectura. Una actividad tranquila antes de ir a dormir, funciona de maravilla!


Tuve claro desde el primer momento que tenían que dormir en sus cunas solitos. ¡¡¡O eso o comprarnos una cama de tres por tres!!! Aunque ahora el colecho (dormir en la cama de los papás) está muy en boga, para mi no era una opción. Así que nos pusimos manos a la obra para que aprendieran a dormir sin necesidad de brazos.


Y me apunté al método del doctor Eduard Estivill:

Recomienda dejar a los niños en su cuna y explicarles que es hora de dormir, para después dejarlos solitos hasta que cogen el sueño


Al principio lloran y reclaman tu atención, y entonces debes ir entrando de vez en cuando, cada vez de modo más espaciado, a explicarles que es hora de dormir y que papá y mamá están cerca si les necesitan. 

En en dos o tres días lo aprenden y se duermen solos sin problemas. 

Aquí tenéis a Lídia. Ella, como sus hermanos, sabe que es hora de ir a dormir.

Ahora hay muchos detractores de este sistema, que aseguran que es cruel hacer llorar a los niños y que pueden sentirse abandonados. Yo creo que exageran. Los niños saben perfectamente que sus papás están ahí. Y no creo que llorar unos días les haga ningún mal. No me siento peor madre por haberlo hecho así. Pero respeto todas las opiniones. 

Hoy puedo decir que mis niños duermen cada uno en su cuna, casi siempre después de repasar algún cuento que les gusta, y que en casa todos descansamos bien. Bueno, hasta que allá a las 7 de la mañana se oye: mamiiiii!!!! Cuando se despierta el primero, ya estamos todos en marcha.

Aquí os dejo un vídeo en el que os explico cómo son las noches en casa y cómo nos llevamos con el sueño!

¡Hasta pronto!





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