martes, 28 de abril de 2015

Trillizos y... ¿rivales?

Los trillizos juegan, ríen... y también pelean
En mi casa nadie se planteó el tema de los celos cuando llegaron los trillizos: habían llegado a la vez, por tanto, nadie destronaba a nadie.


Cuando esperas un segundo o tercer hijo si que te planteas que es posible que el mayor (o mayores) tengan celos del recién nacido. Y los papás y abuelitos se preparan para ello: "cuando nazca el bebé, tenemos que prestarle suficiente atención al hermanito mayor para que no tenga celos..."


Y claro, no siempre se consigue. De hecho hay muchas posibilidades de que un niño que ha sido el rey de la casa dos, tres, o más años, sienta celos cuando nace un hermanito. El nuevo bebé es un intruso que amenaza la atención que los papás le dispensaban en exclusiva y se siente desplazado. Hasta aquí, pura lógica.



En el caso de gemelos, mellizos o trillizos nadie desplaza a nadie, todos llegan juntos. Pero eso no quita que son personas individuales, y que por tanto muchas veces reclamen también sus ratitos de mimos y atenciones.



Hasta ahora (que mis trillizos tienen poco más de dos años), siempre he sostenido que por ser tres están más acostumbrados a esperar y por tanto son niños menos exigentes. Y es verdad... aunque algo está cambiando.



Desde hace unos meses, una de las frases que más les oigo es: 'Tata no!! Tete no!! Yo primero!!' Se han dado cuenta de que el que no corre vuela.


Como bien dice el refrán "el que no llora no mama". Y por eso, cuando por ejemplo venimos de trabajar el padre o yo corren para ser los primeros en ser abrazados y besados

Cuando se despiertan por la mañana también intentan llamar nuestra atención para que vayamos a su cuna en primer lugar. A la hora de jugar, cada uno procura que estemos más pendientes de él que de sus hermanos.

O sea, sí hay cierta rivalidad entre los hermanos trillizos.


A los padres de mellizos, trillizos o más, nos recomiendan que, para fomentar su individualidad y autoestima les dediquemos ratos en exclusiva a cada uno de ellos


Nosotros ahora lo estamos haciendo, y debo decir que la cara de felicidad que ponen cuando están con papá o mamá a solas es impagable. Parece que estén diciendo: al fin solos!!


Pero una cosa os digo, desde mi experiencia: a pesar de todo, los trillizos se adoran entre ellos.


Si traes un regalito y se lo das, por ejemplo, a Lídia, lo primero que ésta dice es: 'y tata? Y tete?' Y los otros dos igual.
Si uno se cae o llora, los otros dos corren preocupados a consolarle. Si uno de ellos no está (porque te lo has llevado para su "ratito exclusivo, por ejemplo)", los otros preguntan que dónde está.  

Y aunque son tres personas individuales con su propia personalidad, sus gustos y su carácter, tienen ese vinculo especial que mantendrán de por vida.

Son mucho más que hermanos. Son trillizos.


Gracias por seguirnos.

lunes, 20 de abril de 2015

Pros y contras de tener trillizos.

Aunque yo estoy encantada de ser mamá de trillizos y sólo le veo cosas buenas, lógicamente también tiene sus inconvenientes. Aquí os detallo lo mejor y lo peor de que hayan venido a la vez

Sus ventajas...

Pasas por un solo embarazo (en el caso de que quieras tener más de un hijo, claro). 
De riesgo, es verdad. Pero como en mi caso me fue tan bien, lo veo como algo positivo. 

Te libras de esa pereza de la que habláis muchas mamás de volver a pasar por las náuseas y de tener que atender a tu/s otro/s hijo/s mayores mientras tu no te encuentras bien.

En los casos (como el mío) de tener dificultades para quedar embarazada, te ahorras el volver a pasar por un costoso e incómodo tratamiento de fertilidad.



El ritmo es el mismo para los tres. 
En todos los aspectos. A la hora de comer, no tienes que preparar diferentes comidas. 

no tienes que correr y multiplicarte para llevar a uno al cole y al otro a la guardería.

A la hora de jugar tienen intereses muy parecidos y es más fácil buscar un entretenimiento común a todos. 

Aquí tenéis a los trillizos. Les encanta el parque y por supuesto, la bicicleta.



Unos te sirven de estímulo y ejemplo para los otros
Alguna vez me ha pasado que uno de mis hijos no ha querido comer el primer plato (verdura o sopa por ejemplo), porque sabe que detrás viene algo que le va a gustar más (carne o pescado).

En ese caso lo dejo en la trona algo apartado y le digo: 'cuando te comas la verdura como han hecho tus hermanos comerás la hamburguesa'

Y aunque a veces hay llanto y resistencia, suele acabar haciendo lo mismo que sus hermanitos. A la hora de comer, y en otros casos también.



Aprenden a esperar. 
Los múltiples (mellizos o trillizos) aprenden desde pequeñitos que a veces hay que esperar, que hay que compartir, que no todo gira en torno a ellos las 24 horas... 

No estás ahí al instante para resolverles el problema, para responder a sus exigencias.

Pero estás, por supuesto que estás. Sólo que deben esperar. Y creo que eso es bueno. Les hace ser más independientes, más espabilados... y sobre todo, menos exigentes

A los trillizos siempre les toca esperar y es que ¡mamá sólo tiene dos brazos y dos piernas!



No te aburres, ni se aburren nunca
Cuando llegan a una edad, sobre el año y medio más o menos, empiezan a interactuar entre ellos y a compartir cada vez más momentos de juego, ya que por edad les suelen gustar las mismas cosas. También hay peleas y discusiones, claro, pero como las podrían tener con hermanitos de diferente edad.

A los trillizos les encanta ir a la playa, juegan, se divierten y se ayudan. A nosotros también nos encanta!



Sus inconvenientes...

Tener trillizos da mucho trabajo. 
Si, es verdad. Y es el comentario que más escucho de quienes se dirigen a mi sin conocerme cuando me ven con tres iguales. Pero siempre digo que aunque dan mucho trabajo, no creo que sea trabajo multiplicado por tres.

También creo que es cuestión de saber organizarte y armarte a veces de paciencia. 


Los niños son muy listos y se adaptan a la situación y todo se va facilitando con el tiempo. Afortunadamente. 



Tener trillizos es carísimo.
Bueno, tener tres hijos es carísimo, sean trillizos o no. Pero una de las cosas que no puedo hacer es reutilizar algunas cosas de los hijos mayores para los pequeños. Ni la cuna, ni la sillita del coche, ni la trona... ni la ropa tampoco (aunque esto último si tienes primero niño y luego niña o viceversa tampoco lo puedes hacer).

Hay que comprar pañales por tres, leche por tres, ropa por tres. Aunque ellos comparten muchos juguetes, lógicamente también tienes que tener algunos por triplicado, y además generalmente los que más espacio ocupan, como las correpasillos o las bicicletas.

Si van a la guardería, pagas por tres (las ayudas son anecdóticas a este nivel). Tuvimos que cambiar de coche y comprar uno donde cupieran las tres sillitas. Si, tres sillitas también. 

Las vacunas, hay algunas no obligatorias pero si recomendables. ¿Qué haces, no se las pones? Solo las vacunas Rotateq y Prevenar cuestan con todas sus dosis más de 200 y más de 300 € respectivamente por cada niño. Luego, multiplica por tres. 


Necesitas ayuda sí o sí.
Es muy difícil para una mamá de trillizos estar sola o hacer cosas sola con ellos la mayoría de las veces. 
Cuando eran más pequeños, podía dar paseos con el artilugio que une los dos carritos, el doble y el individual, pero ahora que son más mayores quieren caminar y de momento me da miedo que salgan corriendo cada uno por su lado, así que casi siempre voy con alguien.

Ahora hemos empezado a salir con una cuerdita como las que usan en las guarderías, pero aún así necesitamos ser dos para usarla. 

Ahora ya puedo pasar muchos ratos sola en casa con ellos, pero al principio era más complicado, sobre todo los primeros meses. Y como siempre, ahí estaban los abuelos. Les estoy muy agradecida a ellos y a toda la familia y amigos que están cuando les necesito, pero a veces me gustaría no necesitarles tanto y poder ser más autónoma con mis niños. Pero bueno, eso es sólo cuestión de tiempo. 



A veces te sientes culpable por no dedicar suficiente atención a cada uno.

Si hay algo que preocupa a una mamá de trillizos es no poder atenderlos a los tres como tu piensas que deberías o que ellos se merecen. Ellos son tres, tú una.

Tienes dos brazos. Si lloran a la vez puedes consolar a uno, los otros deben esperar. Y si, a veces te ves en esa situación. Sólo te quedan dos opciones: o te acostumbras a escucharlos llorar de vez en cuando, o te desesperas. Opté por lo primero. 


Seguro que hay muchos más inconvenientes de tener trillizos. Y por supuesto muchísimas más ventajas, Pero no os quiero aburrir.

Gracias por vuestro interés. 


viernes, 17 de abril de 2015

Dormir...¿dormir? con trillizos en casa

Aquí tenéis a Leo antes de acostarse. ¡La lectura le relaja!

No es que yo sea muy dormilona, la verdad, pero si algo se echa de menos cuando eres mamá reciente es poder dormir una noche seguida y poder abrir los ojos un domingo pasadas las 10 de la mañana. Y si eso les pasa a los que tienen un solo bebé, ¡¡¡imaginaros con tres!!!

Aunque Leo, Gemma y Lídia son bastante buenos para dormir, no dejan de ser tres. Y por eso es rara la noche en la que, al menos uno de ellos, no se despierta porque ha perdido el chupete, ha tenido un mal sueño o sencillamente le apetecen unos mimitos de papá o mamá.
Malas noches porque han estado malitos gracias a Dios hemos tenido pocas, la verdad. A veces los mocos  o la tos si están resfriados, pero poco más. También es verdad que, ahora que ya tienen dos años, tienen un sueño mucho más estable y seguido

Gemma también dedica unos minutos a la lectura. Una actividad tranquila antes de ir a dormir, funciona de maravilla!


Tuve claro desde el primer momento que tenían que dormir en sus cunas solitos. ¡¡¡O eso o comprarnos una cama de tres por tres!!! Aunque ahora el colecho (dormir en la cama de los papás) está muy en boga, para mi no era una opción. Así que nos pusimos manos a la obra para que aprendieran a dormir sin necesidad de brazos.


Y me apunté al método del doctor Eduard Estivill:

Recomienda dejar a los niños en su cuna y explicarles que es hora de dormir, para después dejarlos solitos hasta que cogen el sueño


Al principio lloran y reclaman tu atención, y entonces debes ir entrando de vez en cuando, cada vez de modo más espaciado, a explicarles que es hora de dormir y que papá y mamá están cerca si les necesitan. 

En en dos o tres días lo aprenden y se duermen solos sin problemas. 

Aquí tenéis a Lídia. Ella, como sus hermanos, sabe que es hora de ir a dormir.

Ahora hay muchos detractores de este sistema, que aseguran que es cruel hacer llorar a los niños y que pueden sentirse abandonados. Yo creo que exageran. Los niños saben perfectamente que sus papás están ahí. Y no creo que llorar unos días les haga ningún mal. No me siento peor madre por haberlo hecho así. Pero respeto todas las opiniones. 

Hoy puedo decir que mis niños duermen cada uno en su cuna, casi siempre después de repasar algún cuento que les gusta, y que en casa todos descansamos bien. Bueno, hasta que allá a las 7 de la mañana se oye: mamiiiii!!!! Cuando se despierta el primero, ya estamos todos en marcha.

Aquí os dejo un vídeo en el que os explico cómo son las noches en casa y cómo nos llevamos con el sueño!

¡Hasta pronto!





lunes, 13 de abril de 2015

Hoy cumplo años





Hoy he cumplido 43 años. Aunque sigo sin verme a mí misma con esta edad, es la que tengo y estoy cómoda con ella. Pero hace tres años justos sufrí una "crisis".


Cumplir 40 no me gustó ni un pelo. Meses antes advertí a todo mi entorno que no pensaba celebrarlo, que no pensaba soplar las velas, que nadie intentara hacerme ninguna fiesta sorpresa ni esperarme escondidos con la luz apagada. 

Cumplir 40 suponía para mí darme en todos los morros con esa pared que tanto temía desde hacía tiempo. 

El muro de la edad que, y este era el motivo de mi disgusto, alejaba definitivamente mis expectativas de ser madre. Que tanto da 40 que 39 o 41, pero el 40 era psicológicamente el número fatídico al que había llegado sin cumplir el sueño de mi vida: tener un hijo.

Debo decir que Juan Carlos me lo puso muy fácil y me hizo sentir como una verdadera reina ese día. No sólo no me montó ninguna fiesta ni me hizo soplar las velas, sino que además me regaló un maravilloso viaje sorpresa para que se me quitaran las tonterías de la cabeza.

Y ¡lo que es la vida! 

A los temidos 40 me quedé embarazada; a los temidos 40 me enteré de que esperaba trillizos; a los temidos 40 nacieron mis hijos. 

Con 40 tuve un embarazo de riesgo pero que transcurrió de maravilla. Con 40 cambió mi vida y ya no fui yo mi prioridad, sino ellos.

Hoy puedo decir que tengo 43 maravillosos años llenos de vida gracias a mis tres tesoros: Leo, gemma, y Lídia. Mis trillizos.



jueves, 9 de abril de 2015

La importancia de los abuelos cuando se tienen trillizos

El papel de los abuelos...



Los abuelos son (o deberían ser) muy importantes en la vida de los niños. En el caso de mis trillizos, los abuelos paternos, (los maternos no porque no viven cerca), son fundamentales.


Desde que nacieron han estado ahí, y los niños los adoran. La verdad es que se han ganado su cariño por su paciencia y dedicación. 


Hace poco leí que unos investigadores de la Universidad de Boston habían hecho un estudio que confirmaba lo que todos los papás sabemos: lo beneficiosa y saludable que es la relación abuelos-nietos para ambas partes.
Parece ser que los abuelos que tienen una estrecha relación con sus nietos padecen menos depresiones. Y por su parte, los nietos que pasan tiempo con sus abuelos tienen también un mayor bienestar psicológico

No puedo evitar sonreír al pensar que los abuelos de mis niños (mis suegros), no tienen tiempo para deprimirse. Llevan su propia casa y sacan tiempo para dedicárselo no sólo a sus nietos trillizos sino también a sus otros dos nietos más mayores. 
Jamás tienen un no si necesitamos que se queden con ellos, y lo mismo van al parque que juegan con ellos en casa, lo mismo les preparan la comida que les cambian de ropa o miran cuentos juntos... y eso si, siempre presumiendo de nietos allá donde van. 


Llegan donde los papás no podemos llegar porque estamos trabajando, y si no fuera por ellos en más de una ocasión nos veríamos en apuros


Hay quien dice que los abuelos están para consentir y los padres para educar.
Yo estoy más o menos de acuerdo, aunque con algún límite: si los abuelos tienen que pasar muchos días con los niños tampoco pueden permitírselo todo, porque entonces corren el peligro de que les tomen el pelo.
Pero por otro lado... ¡qué caramba! Demos a abuelos y a nietos el placer de disfrutarse y consentirse mutuamente, porque es algo que a los mayores les ayudará a tener una vida más plena y feliz, y a los nietos a respetar y tener para toda la vida un maravilloso recuerdo de sus abuelos.

martes, 7 de abril de 2015

El privilegio de ser mamá de trillizos


Ser mamá de trillizos es que te den el mayor susto de tu vida y cuando ves la primera ecografía morirte ya de amor y saber que nunca nada será lo mismo.


Ser mamá de trillizos es asumir desde el minuto uno que tienes un embarazo de alto riesgo y sólo importarte que ellos tres estén bien.

Ser mamá de trillizos es vomitar como si fueras a echar las tripas por la boca y salir del baño con una gran sonrisa.



Ser mamá de trillizos es ver crecer tu barriga de un modo tan descomunal que crees que tarde o temprano reventarás.

Ser mamá de trillizos es dar vueltas por la casa con el metro calculando cada centímetro donde pondrás tres cunas, tres tronas, tres hamacas, tres carritos, tres... sí, tres de todo!!


Ser mamá de trillizos es rogar a Dios con todas tus fuerzas que te permita llegar a la semana 30 de embarazo, para que nazcan con un peso aceptable.



Ser mamá de trillizos es asumir que eso de que te pongan a tus bebés en el pecho nada más nacer es más bien una utopía, porque se los llevarán corriendo a la incubadora.


Ser mamá de trillizos es llegar un día a tu casa de dos que ahora es de cinco, arremangarte y decir: ahora empieza lo bueno.


Ser mamá de trillizos es un privilegio de muy pocas mujeres, y yo me siento afortunada de ser una de ellas.
Ser mamá de trillizos es, simplemente, maravilloso.